martes, 6 de septiembre de 2011

#8# Ana y Mia. Mis damas de Luz.

Me levanto temprano. Nadie sabe mi secreto. Aquí es donde me siento a salvo. Alzándome sola en mi reino de hielo. Aquí estoy bien. Aquí puedo compartir mis miedos. Más de 3 kilómetros al día. Bajo lluvia, sol o nieve. Da igual lo que venga, todo por ser perfecta. Miento a la gente que quiero. Me es difícil y me hace sentir mal pero me sentiría peor sabiendo que saben mi secreto. Eso les haría más daño que mis mentiras. Mis mentiras son para no herirles. Para no herirme más de lo que ya lo hago. Me gusta mi dama de cristal. Ella me guía por un camino oscuro hacia la luz, hacia la perfección. Hay días en que la detesto, pero otros la adoro. Es difícil. Nunca lo negaré. Es un camino duro lleno de dolor. Pero, para mí, la satisfacción de haber logrado bajar aunque solo sea un quilo es mejor que todo el sufrimiento que pueda tener. Ana lo vale. Me compensa todo lo que hago. Porque sé que cada día estoy más cerca de esa perfección deseada. Mia, ella es mi amiga. Ella me ayuda cuando no puedo más. Cuando la ansiedad y el miedo pueden conmigo y me hacen perder el control. Sí, mi vida sin ellas ya no tendría sentido. Soy su fiel esclava. Dependo de ellas para mi día a día. Si no, creo... que todo se terminaría.

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